6 Pero al ver la gran muchedumbre de los enemigos, les entró mucho
miedo y muchos escaparon del campamento; no quedaron más que
ochocientos hombres.
7 Judas vio que su ejército estaba desbandado y que la batalla le
apremiaba, y se le quebrantó el corazón, pues no había tiempo de volverlos
a juntar.
8 Aunque desfallecido, dijo a los que le habían quedado:
«Levantémonos y subamos contra nuestros adversarios por si podemos
hacerles frente.»
9 Trataban de disuadirle diciéndole: «No podemos; salvemos nuestras
vidas de momento y volvamos luego con nuestros hermanos para combatir
contra ellos, que ahora estamos pocos.»
10 Judas replicó: «¡Eso nunca, obrar así y huir ante ellos! Si nuestra
hora ha llegado, muramos con valor por nuestros hermanos y no dejemos
tacha a nuestra gloria.»
11 Salió la tropa del campamento y se ordenó para irles al encuentro:
la caballería dividida en dos escuadrones, arqueros y honderos
en
avanzadilla, y los más aguerridos en primera línea;
12 Báquides ocupaba el ala derecha. La falange se acercó por los dos
lados y tocaron las trompetas. Los que estaban con Judas tocaron también
las suyas,
13 y la tierra se estremeció con el estruendo de los ejércitos. Se trabó
el combate y se mantuvo desde el amanecer hasta la caída de la tarde.
14 Vio Judas que Báquides y sus mejores tropas se encontraban en la
parte derecha; se unieron a él los más esforzados,
15 y derrotaron al ala derecha y la persiguieron hasta los montes de
Azara.
16 Pero el ala izquierda, al ver derrotada el ala derecha, se volvió
sobre los pasos de Judas y los suyos, por detrás.
17 La lucha se encarnizó y cayeron muchos de uno y otro bando.
18 Judas cayó y los demás huyeron.